Opinión | Babor y estribor

Viva el Rey

Resulta una obviedad recordar que España es la cuarta potencia económica de la Unión Europea y, sobre el papel, miembro destacado de la OTAN. Digo sobre el papel, porque nuestro país es el último en inversión militar, muy por detrás del dos por ciento del PIB, exigido por quienes integran la alianza de defensa del mundo libre. Vivimos tiempos inciertos en los que el antimilitarismo, concebido desde una óptica de sesgo partidista, influye peligrosamente en la política de defensa, dentro y fuera de nuestras fronteras. Las más sólidas democracias del mundo tienen las mejores fuerzas armadas, nosotros estamos a la cola en dotación presupuestaria. Evidencia que surte efectos negativos en los capítulos, social, económico y de la seguridad nacional. Con la particular situación geoestratégica de nuestra nación, frontera vital de la UE, la escasa inversión para dotarnos de unos ejércitos de primer nivel resulta gestión harto equivocada. El mundo en el que vivimos, porque el ser humano es como es, no resulta un paraíso terrenal de paz y amor. La situación de los conflictos que ahora sacuden al mundo, igual que ayer, viene a constatar tan reveladora realidad.

Así, el Rey visita estos días los países bálticos, zona de máxima tensión con Rusia, sin el obligado arropo del Gobierno. No es el primer desplante del Ejecutivo de Pedro Sánchez, ya en las tomas de posesión de los presidentes de las repúblicas de Argentina, Javier Milei, y El Salvador, Nayib Bukele, Felipe VI asistió sin la compañía del preceptivo ministro de jornada. Especialmente revelador es el vacío hecho desde Moncloa en el viaje a Estonia, Lituania y Letonia, exrepúblicas soviéticas que constituyen la primera línea fronteriza con Rusia. Después de recibir un alud de críticas, ante tan injustificada posición del Gobierno, la ministra Robles viaja hoy a Letonia para acompañar al monarca en su visita a las tropas españolas desplegadas en aquella zona caliente.

¿Existe una estrategia premeditada de menosprecio a la Monarquía, en aras a la paulatina consecución de un cambio de Régimen? Las compañías de Sánchez garantes de su permanencia en el poder, nada bueno invitan a pensar. Quien lo desee puede acudir a la hemeroteca, fonoteca y videoteca, para recordar cuál fue la patriótica postura de el Rey cuando el golpe independentista apoyando, como era su deber, nuestro Estado de Derecho. La ley de amnistía, diseñada por los propios delincuentes del procés y aprobada por el variopinto Frente Popular, a cambio de siete votos, resulta prueba nuclear en mantener una constante acción de zapa hacia la Casa Real, intentando que cunda entre la opinión pública un sentimiento de minusvalorar la figura del jefe del Estado. Pero no lo consiguen.

En esta España nuestra de cada día, la ética ha dado paso al cambio de opinión. Ni siquiera nos asombra el cinismo de la portavoz de Ferraz, Esther Peña, saliendo al paso de las informaciones del chalet disfrutado por José Luis Ábalos: «Una situación concreta que afecta a un ciudadano particular». Si Ábalos es ciudadano particular. ¿Qué es Begoña Gómez? Sobre todo: ¡Viva el Rey!

Basilio Trilles es periodista y escritor