Opinión | BABOR Y ESTRIBOR

Begoña y las 40 mil flores

Cuarenta mil flores dan vida a un nuevo Castellón, el de la alcaldesa Begoña Carrasco. Una ciudad en la que durante los últimos 12 meses hemos visto resurgir la animación de calles y plazas, en una apuesta municipal pensada por y para los castellonenses. La capital de la Plana transmite dinamismo, recobrando el espíritu mediterráneo de gozar los espacios públicos. Desde la apuesta por la sostenibilidad hasta la mejora de la limpieza viaria. ¿Quedan asuntos por resolver? Sin duda, pero en el primer año de legislatura los vecinos hemos visto una positiva progresión en la dinamización de la ciudad, fruto de un cambio de gestión que tiene enconada contestación desde la oposición, aún descolocada por el batacazo electoral que volvió a repetirse en los comicios del pasado 9J. Las elecciones europeas han constatado el apoyo mayoritario de los castellonenses a las políticas impulsadas por la alcaldesa Carrasco, con el incremento de un 15% de los votos cosechados por el PP.

La legislatura arrancó con un presupuesto histórico de 217 millones de euros, de los cuales 22 van destinados a inversiones. Respecto al apartado de impuestos Begoña Carrasco ha cumplido con lo prometido en la campaña electoral: reducción del 4% en el IBI, exención de tasas al sector hostelero para el fomento de las terrazas, congelación del recibo de basura y bajada de la plusvalía. No menos importante es la aprobación del proyecto de una nueva zona de expansión junto al polígono industrial El Serrallo con un total de 1,7 millones de metros cuadrados. Así como el plan de choque de limpieza dotado con 12 millones. Y en el suma y sigue, la alcaldesa ha prometido continuar en el empeño de «renaturalizar» Castellón: «Una apuesta por tener una ciudad más bonita, más sostenible, más verde y más amable». Resulta evidente que el cambio político en la alcaldía de Castellón, aun a costa del obligado pacto con Vox, no ha supuesto ningún tipo de retroceso para la calidad de vida de los contribuyentes. Más bien al contrario, como bien refleja el apoyo mayoritario de los castellonenses hace algo más de una semana.

Día del Orgullo

En la acción de gobierno resulta significativo destacar el talante progresista de Begoña Carrasco, evidenciado en su personal apoyo al Día Internacional del Orgullo con la organización, junto a la Plataforma LGBTIQ+, del Orgull de Castelló 24. Celebración multitudinaria que también contó con la colaboración de la Generalitat y la Diputación. Por si cabía alguna duda, ese día la alcaldesa realizó una contundente declaración: « Castellón es una ciudad plural, que apoya la diversidad. Somos una capital tolerante, donde cualquier persona es libre de amar a quien quiera. Y el equipo de gobierno va a garantizar ese derecho y la igualdad entre todos nuestros vecinos».

Resulta que el Coco que nos venden desde el sanchismo es sinónimo de la máquina del fango, el recurso semántico de Pedro para amedrentar al personal. Es posible el cambio sin que se resientan los derechos de las personas. Incluso, caso de Castellón, ese cambio puede ser para mejorar.

Periodista y escritor