Opinión | CON LAS OREJAS TIESAS

¡Peligro, jóvenes de vacaciones!

Ayer terminó el curso escolar 2023/24… y también se acabó la tranquilidad para los padres, muchos de los cuáles no sabrán qué hacer con ellos este verano. Y para los habitantes de los pueblos de la provincia, que la semana que viene ya notarán en sus carnes las dificultades para descansar en la semana laboral mientras los chavales están de ocio en la calle.

Yo no soy padre y vivo en una zona bastante tranquila, pero reconozco que a mí me da un subidón ver a la gente joven disfrutar y estar permanentemente de juerga con sus amigas y amigos en estos dos meses y medio de vacaciones que se meten entre pecho y espalda… ¡Qué envidia!

Obligación

Realmente, su obligación es sacar adelante el curso, así que si han cumplido con su objetivo, qué menos que disfrutar de su recompensa. El problema surge en casi todas las localidades, donde los alcaldes se las ven y se las desean para tratar de hacer compatibles las vacaciones de los jóvenes y su derecho a pasárselo bien, con el derecho del resto de vecinos de descansar para ir a trabajar en plena forma.

En casi todos los pueblos se activan agendas de ocio y se habilitan espacios públicos no pensando tanto en que ha llegado el verano, sino más bien en que se han acabado los colegios y los institutos y tienen que hacer algo para tener la fiesta en paz.

Así que, gracias a los estudiantes, en muchos sitios se abren piscinas, se habilitan zonas de ocio, se amplían los horarios de socorristas en las playas y se programan fiestas y actividades de todo tipo. Todo vale con tal de tenerlos entretenidos.

Así que ya saben: ¡Peligro, jóvenes de vacaciones!

Periodista