Opinión | A FONDO

Los españoles hemos respondido

Aún nos dura la resaca de las elecciones europeas celebradas el pasado domingo día 9 de junio en las que el Partido Popular, liderado por Alberto Núñez Feijóo, consiguió derrotar una vez más al PSOE de Pedro Sánchez. Y es que el Partido Popular ha ganado nuevamente, siendo el partido más votado. Victoria que se suma a los resultados del pasado 23 de julio y 28 de mayo, respectivamente, donde ya logró la confianza mayoritaria de los españoles, consiguiendo gobernar en 11 comunidades autónomas, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Ahora, en la reciente cita europea, el Partido Popular Europeo ha alcanzado los 184 representantes de los 720 que se disputaban y corresponde, cómo no, también hacer balance de los resultados en todos y cada uno de nuestros pueblos y ciudades.

Puedo decir con orgullo que el resultado en nuestra provincia y en nuestra Comunitat, no solo ha sido muy satisfactorio, si no que ha sido muy positivo, demostrándose el respaldo unánime de los ciudadanos y afianzando el proyecto del Partido Popular, liderado por Marta Barrachina en la provincia y Carlos Mazón en la Generalitat, al frente de un partido que no ha dejado de ganar y crecer, en todas las citas electorales.

También lo ha sido en Benicàssim donde, elección tras elección tras más de una década, los vecinos y vecinas continúan confiando en un proyecto fiable, solvente y de futuro. Y eso, no es fruto de la casualidad. Es fruto de un trabajo y dedicación constante, de un gran equipo de hombres y mujeres entregados e ilusionados por ver avanzar Benicàssim, de quienes sabemos que la palabra dada a nuestros vecinos es nuestro principal activo político y de quien conoce que los valores del respeto a la sana discrepancia, el rigor y la moderación son fundamentales para acometer las mejores políticas públicas, que son las que verdaderamente mejoran la calidad de vida de nuestros vecinos.

Los ciudadanos quieren personas serias, rigurosas y resolutivas al frente de las instituciones y las administraciones. Que decidan las políticas y gestionen los servicios que a diario necesitan, y somos nosotros quienes nos dedicamos a la gestión pública quienes debemos poner todo nuestro empeño, sea cual se nuestra posición, por no defraudar esa confianza y devolver la credibilidad a la vida política.

Mensaje

Estoy convencida de que ese es el mensaje que la ciudadanía española nos está mandando, y es lo que nos han dicho con su voto: un no rotundo a las políticas de la confrontación y aislamiento; a la de las mentiras, al descrédito y la división entre españoles; a las políticas de bulos, fango y muros que el presidente Pedro Sánchez parece instalado. Por eso, el derecho a poder participar a las elecciones europeas, no solo nos da la oportunidad de decidir sobre el futuro de la Unión Europea, si no también en el presente de nuestro país.

A estas horas el presidente del Gobierno tendría que darse cuenta ya de que la mayoría de los españoles están hartos de sus políticas erráticas, que parecen obedecer únicamente a mantenerle en la Moncloa. La ciudadanía hemos demostrado que no nos ha gustado que nos mintiera diciendo que no habría amnistía hasta que necesito siete votos para ser investido presidente de Gobierno, saltándose incluso sus propias líneas rojas.

No nos ha gustado ser rehenes de un prófugo de la justicia llamado Puigdemont, que puja por regresar a una España en la que no cree, y lo hará para volver a convocar un nuevo referéndum de autodeterminación. Tampoco nos ha gustado que ya no seamos iguales ante la ley, con tal de mantenerse en el poder, por ello debería de estar mirando ya la puerta de salida, porque es el mandato que le hemos dado muchos españoles en las urnas el pasado domingo y el tiempo de descuento para su permanencia en el gobierno de España, debe empezar ya.

Y es que, con las cifras en las manos, hoy Pedro Sánchez no puede seguir gobernando. Se lo han dicho los mismos españoles que, solo un año después de los comicios generales del 23J, consolidan al Partido Popular como alternativa, demandando ya un cambio desde la centralidad, la sensatez y la dignidad. Aunque ya conocemos que el PSOE es experto en celebrar la victoria, desde su derrota mayoritaria y prefiera alinearse con el extremismo, antes de reconocer su caída libre y sus políticas hayan sido censuradas por las urnas.

Pero el hartazgo es tal, que los españoles no solo se lo han dicho en las urnas. También lo hemos venido clamando en cada una de las manifestaciones y concentraciones donde la indignidad y la inestabilidad, protagonizada por el Gobierno de Sánchez, ha sido reprobada por miles de personas que han salido a las calles para decir basta a un presidente que prefiere ser nieto de una guerra, que hijo de una democracia, mientras olvida atender a los problemas reales de los españoles.

Alcaldesa de Benicàssim y senadora