El resultado de los trabajos «no dejará indiferente a nadie»

Vila-real ultima la reforma del albergue del Termet tras siete meses de obras

La parte más visual de la rehabilitación es un pabellón cubierto y acristalado que permitirá acoger actividades y eventos

Foto de esta semana de las obras del albergue de la Mare de Déu de Gràcia, en el que los operarios ultiman las tareas.

Foto de esta semana de las obras del albergue de la Mare de Déu de Gràcia, en el que los operarios ultiman las tareas. / Fernando Falcó

Tras siete meses de obras (empezaron a finales de noviembre), la rehabilitación del albergue de la Mare de Déu de Gràcia, situada en el paraje del Termet, está a punto de ser una realidad en Vila-real.

Los trabajos casi han finalizado, por lo que, a falta de rematar algunos pequeños detalles, el Ayuntamiento podrá cumplir día arriba día abajo con los plazos previstos, que marcaban que la intervención debía estar acabada hoy, 30 de junio.

Las tareas, subvencionadas por la Diputación y adjudicadas a la empresa segorbina Rafael Zarzoso por 483.409,37 euros, han permitido adecuar este edificio para renovar su imagen y hacerlo accesible. Tal como expone a Mediterráneo el concejal de Territorio, Emilio M. Obiol, han cambiado todas las ventanas, han saneado la fachada que da al río y han eliminado barreras arquitectónicas para que sea totalmente accesible, entre otros muchos aspectos.

Foto de cerca del nuevo pabellón acristalado.

Foto de cerca del nuevo pabellón acristalado. / Fernando Falcó

Un pabellón con múltiples usos

Aunque la parte más visual y con la que más se quedarán los vecinos es la construcción de un pabellón multiusos, cubierto y acristalado, que posibilitará celebrar actividades y eventos, «desde pequeñas conferencias a talleres o para habilitar un comedor», enumera el edil: «Está perfectamente incardinado desde la perspectiva edificatoria, arquitectónica y urbanística con el edificio del albergue, dentro del paraje del Termet».

Obiol, que pone en valor el diseño del proyecto realizado por los arquitectos Pau Batalla y Miguel Martínez, recuerda que este inmueble, aunque no está protegido, es muy singular al datar de 1931. «Era un antiguo pabellón de veraneantes, dentro del proyecto que diseñó en su día el prestigioso arquitecto Eugenio Cendoya», describe, y de ahí que el nuevo pabellón multiusos lo hayan bautizado como pabellón Cendoya.

Obiol se muestra muy satisfecho por el resultado de la obra, hasta el punto de que se muestra convencido de que «no dejará indiferente a nadie». «De cada 100 opiniones, me atrevo a decir que al 90% le gustará, por la forma, la estética, la integración en el paraje y la función que tendrá», valora.

Interior del pabellón acristalado, que servirá para acoger todo tipo de eventos a lo largo del año en el paraje.

Interior del pabellón acristalado, que servirá para acoger todo tipo de eventos a lo largo del año en el paraje. / Fernando Falcó

Gran contratiempo inicial

Con la inminente culminación de los trabajos, el Ayuntamiento ve cómo este proyecto, impulsado en el 2018 y caracterizado por los enormes contratiempos que sufrió en las distintas licitaciones (hasta en tres ocasiones llegó a quedar desierto por diferentes motivos), ya atisba por fin la luz.

A esos infortunios hay que sumarle otro imprevisto que se encontraron al empezar las obras. Y es que, como cuenta Obiol, cuando los obreros empezaron a picar, «se dieron cuenta de que la plazoleta del Termet era el lugar donde en anteriores obras tiraron los escombros y no había ningún muro de carga ni hormigón ni nada, lo que nos ha retrasado la obra y nos la ha trastocado presupuestariamente», concluye. 

Suscríbete para seguir leyendo