No han podido localizar a los propietarios de cinco parcelas

La imposibilidad de hallar a los dueños del suelo frena la supresión de Vora Riu en Vila-real

Ayuntamiento y Epsar trabajan para modificar los criterios iniciales del convenio y poder empezar las obras para eliminar la obsoleta depuradora

Foto de este lunes de las instalaciones de Vora Riu.

Foto de este lunes de las instalaciones de Vora Riu. / Toni Losas

Un imposible. Así ha sido y sigue siendo el resultado para hallar a los propietarios de unos pocos terrenos que deben ser ocupados para instalar parte de los colectores que llevarán aguas residuales de Vila-real hasta la depuradora de Almassora y, por tanto, acometer así la supresión de la obsoleta estación de tratamiento de Vora Riu.

Este problema se ha convertido durante los últimos años en un auténtico dolor de cabeza para el Ayuntamiento. Y es que en principio, y según lo establecido en el convenio para la eliminación de la planta ubicada junto al Millars y frente al casco urbano de Almassora, tanto los terrenos expropiados como los que se ocuparán temporalmente para colocar las tuberías deben estar perfectamente identificados en el Registro de la Propiedad. Este requisito no ha sido necesario para acometer la ronda suroeste de Vila-real, una obra de mayor envergadura que la eliminación de Vora Riu.

Identificación de los propietarios

El concejal de Territorio, Emilio Obiol, ve «irresoluble» este problema por la identificación de los propietarios de una mínima parte de las parcelas afectadas que, pese a su escasa superficie, impiden a la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar) formalizar la contratación de las obras, que «ya están adjudicadas».

El edil explica que son 31 las parcelas (con una superficie de unos 1.100 m²) sobre las que acometerán los trabajos de instalación de colectores y construcción de la estación de bombeo que impulsará las aguas a la planta de Almassora. De ellas, en cuatro han aplicado expropiaciones, mientras que las restantes tienen la consideración de servidumbres (una vez realizada la intervención, se restituirán a su estado original). Y cinco de estas últimas, asevera Obiol, «son las que generan la problemática, porque no hemos podido saber a quién pertenecen». 

Centenar de movimientos

De hecho, en una de esas cinco parcelas, han confirmado hasta un centenar de movimientos de compraventa anteriores. En los últimos meses, los técnicos y los responsables políticos de la concejalía de Territorio de Vila-real y la Epsar han intensificado los contactos y las acciones para revertir la situación. Están trabajando en un cambio de los criterios iniciales del convenio para suprimir la depuradora de Vora Riu, de modo que las obras puedan acometerse pese a la incógnita sobre la propiedad de las cinco parcelas en conflicto, máxime cuando se les devolverá su estado inicial una vez colocadas las tuberías subterráneas.

"Una situación cuanto menos extraña"

«Esta es una situación cuanto menos extraña», dice Obiol, quien recuerda que este proyecto arrancó en el 2011 con la idea de ampliar la planta actual, para lo que calcularon una inversión de unos 12 millones. Sin embargo, el proyecto se ha modificado hasta plantear la creación de una estación de bombeo y la instalación de los colectores necesarios para llevar las aguas residuales de parte de Vila-real hasta la estación de tratamiento de Almassora. Esta última propuesta ha salido a licitación en septiembre del 2019 por 2,8 millones.

De hecho, la apertura del último de los sobres de las 12 mercantiles que se presentaron para acometer el proyecto, el que incluye la oferta económica, se valoró por parte de la mesa técnica en noviembre del 2021. Desde entonces, hace ya dos años y medio, la Epsar espera la cesión definitiva de los terrenos, aunque los problemas de identificación de los dueños de una parte mínima del suelo están dilatando la adjudicación definitiva.

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