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Peñíscola, la ciudad sobre el mar en un enclave privilegiado

La localidad, que ofrece al visitante una amplia agenda cultural y de ocio, cuenta con extensas playas de fina arena y hermosas calas flanqueadas por abruptos acantilados 

La localidad de Peñíscola atrae cada temporada estival a miles de turistas y visitantes.

La localidad de Peñíscola atrae cada temporada estival a miles de turistas y visitantes.

R. D.

La localidad de Peñíscola atrae cada temporada estival a miles de turistas y visitantes en busca de unas merecidas vacaciones en las que escapar de la rutina y relajarse junto al mar. Y es que este municipio se encuentra en un punto privilegiado del Mediterráneo, por lo que se convierte en un destino ideal para pasar unos días de descanso tanto en familia, con amigos como en pareja.

Con 79 kilómetros cuadrados de extensión, 17 de los cuales discurren paralelos al litoral, cuenta con nada más y nada menos que 16 playas y calas de cálidas aguas que se reparten entre las extensas playas de fina arena al norte de la ciudadela y hermosas calas flanqueadas por abruptos acantilados al sur.

Cuenta con un total de 16 playas y calas.

Cuenta con un total de 16 playas y calas. / VISTA AEREA PEÑISCOLA, PLAYAS Y CASTILLO

Una de ellas es la playa Torrenova, cuya calma y tranquilidad que reina en su costa la convierten en visita recomendada para disfrutar de un día de naturaleza. La cala Basseta es ideal para contemplar el atardecer, momento en que el sol se esconde y deja ver una vista fantástica con la figura del castillo al fondo.

Aunque, sin duda, una de las más populares es la playa norte, situada en un entorno espectacular con el Castillo del Papa Luna de fondo. Cuenta con cinco kilómetros de arena fina y está certificada con la Bandera Azul, bandera Q, del Instituto para la Calidad para el Turismo de España, la verde de AENOR y la bandera Qualitur de la Agencia Valenciana de Turisme.

La playa norte está situada en un entorno espectacular con el Castillo del Papa Luna de fondo.

La playa norte está situada en un entorno espectacular con el Castillo del Papa Luna de fondo. / MARIA JOSE SANCHEZ

Pero Peñíscola es mucho más que sol y playa. Su ciudad antigua, coronada por la que fuera morada del Papa Benedicto XIII, un castillo-fortaleza del siglo XIV, ocupa un imponente peñón que se alza 64 metros sobre el azul del mar; está unido al continente por un cordón de arena que tiempo atrás era barrido por las olas durante los temporales, transformando a la ciudad en una efímera isla. Se trata de una fortaleza que ofrece visitas guiadas para descubrir todos los secretos escondidos tras sus murallas.

Un paseo por la localidad

Una buena forma de recorrer la localidad es el tren turístico, como también lo son las rutas en carro denominadas ‘A pas de cavall’. Y los amantes del mar puedan optar por paseos marítimos en golondrina (con las que observar el castillo desde otro punto de vista), subirse a una moto acuática y ‘sumergirse’ en actividades deportivas, como paddle surf, surf y sup yoga. Una experiencia inolvidable con la imponente fortaleza de fondo.

Una buena forma de recorrer la localidad es el tren turístico o en golondrina.

Una buena forma de recorrer la localidad es el tren turístico o en golondrina.

Asimismo, Peñíscola cuenta con un nutrido programa de actividades para el público familiar, como es el caso de las visitas guiadas teatralizadas sobre el Papa Luna, el XVI Festival Teatre al Carrer, monólogos, conciertos y sesiones de cine de verano, entre otros. Todo ello para el disfrute tanto de mayores como de pequeños. 

Los visitantes pueden sumarse a las visitas teatralizadas para conocer la historia del castillo.

Los visitantes pueden sumarse a las visitas teatralizadas para conocer la historia del castillo.

Naturaleza en estado puro

Los espacios naturales, tanto en el litoral como en el interior del Parque Natural de la Sierra de Irta, ofrecen un sinfín de posibilidades para disfrutar de la naturaleza en estado puro. Y es que Peñíscola forma parte del sendero señalizado Mirador Templario, que en sus más de 26 kilómetros de longitud une la localidad con Alcossebre (Alcalà de Xivert), enlazando a través de él los castillos medievales y templarios de Peñíscola. Se trata de un sendero que discurre en un 90% de su recorrido por el parque natural de la Serra d‘Irta y que combina la riqueza paisajística de esta zona de la provincia con el atractivo patrimonio histórico de las fortalezas históricas.

El Parque Natural de la Sierra de Irta ofrece un sinfín de posibilidades para disfrutar de la naturaleza en estado puro.

El Parque Natural de la Sierra de Irta ofrece un sinfín de posibilidades para disfrutar de la naturaleza en estado puro.