Nueva condena por pederastia en la provincia

Acepta cuatro años de cárcel por abusar de su sobrina de solo tres años en Almassora

El varón, que tiene 33, vivía con su novia, su suegra y su cuñada, pero eso no le impedía someter a la menor a actos sexuales cuando se encontraban a solas

El hombre, sentado ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial.

El hombre, sentado ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial. / MEDITERRÁNEO

Un hombre de 33 años y de origen venezolano aceptó ayer ante los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón una condena de cuatro años de prisión por un delito de abusos sexuales a menores. El procesado, tras alcanzar un acuerdo de conformidad la Fiscalía con la defensa, reconoció que había realizado en el año 2021 actos sexuales a su sobrina, de tan solo tres años, en el domicilio de Almassora en el que residían. 

El acuerdo alcanzado por las partes incluye cinco años de libertad vigilada y una indemnización de 3.000 euros por los daños morales, además del pago de las costas procesales. La sentencia, dictada ayer in voce por la presidenta de la Sección Segunda, contempla que al sentenciado, una vez cumplidos dos tercios de la pena de cárcel impuesta, se le pueda sustituir el tercio restante por la expulsión del territorio nacional. En caso de aceptar este supuesto, el abusador sexual tendría vetada la entrada a España durante un periodo de ocho años.

Los hechos

Según admitió el condenado ayer, él residía en un domicilio de Almassora junto a su entonces pareja sentimental, la madre de ella --su suegra-- y la hermana de su novia --su cuñada--, con sus hijas menores. Era en los momentos en que se quedaba a solas con la pequeña, cuando el acusado aprovechaba para hacerle tocamientos y someterla a distintas prácticas sexuales para satisfacer sus deseos libidinosos.

Otro caso muy similar en Vila-real

Una sentencia muy similar es la que publicó días atrás este diario por otro casos de abusos a menores en la provincia. Un padre de Vila-real fue sentenciado a cuatro años y tres meses de prisión por los tocamientos realizados a su hija, de tan solo cuatro años. Este hombre también tendrá cinco años de libertad vigilada tras la pena privativa de libertad, deberá indemnizar a la víctima con 3.000 euros y no podrá ni verla ni comunicarse con ella en los cinco años posteriores a su salida de la cárcel, por lo que se deja en suspenso el régimen de visitas, comunicación y estancia acordado.

Como declaró probado el tribunal de la Audiencia Provincial y ha ratificado después tanto el TSJCV, como el Supremo, el progenitor aprovechaba el régimen de visitas con su hija menor para satisfacer sus deseos libidinosos y lo hacía con la excusa de jugar al «cambia-cambia». El hombre le bajaba la ropa interior a la menor y hacía lo mismo con la suya propia. Sin emplear violencia ni intimidación, se frotaba contra la pequeña.

La menor, pese a los abusos sexuales vividos, no sufrió ni daño físico ni psicológico, según las distintas sentencias.