Opinión | LA RUEDA

San Juan el Bautista

Esta semana se celebrarán las fiestas de san Juan el Bautista, que son mucho más que las solsticiales, aunque prácticamente coincidentes. Son casi universales y en nuestra provincia, aunque reducidas ahora en sus actos, siguen celebrándose, tanto en la costa como en el interior.

Sus rituales son múltiples: acuáticos, ígneos, médicos adivinatorios, etc. La introducción del fuego puede tener el origen en la hoguera que encendió Zacarías para informar al vecindario del nacimiento de su hijo, el futuro Precursor, como canta el himno del profeta: porque irás delante del Señor a preparar sus caminos.

Los ritos acuáticos siguen practicándose en nuestra tierra y en otras con pujanza. Menos frecuentes son las adivinanzas y la búsqueda de tesoros ocultos a las 12 de la noche, aunque aún perduran algunas leyendas como les banyes d’or que recogimos en Vistabella. Las hierbas siguen contando con adeptos en ciertas zonas (verbena, albahaca, valeriana, cardo…). También algunas prácticas nos hablan del amor que pretenden alcanzar las doncellas mediante ciertos rituales domésticos (evoluciones de la clara de huevo en el agua).

Hernia

Especial interés representa una práctica bastante extendida hasta la guerra civil, incluso, a su término. Es la curación de la hernia (probablemente la inguinal) a las 12 de la noche mágica. Junto a un árbol o arbusto (algarrobo, higuera o rosal silvestre, gavarnera). Tres intervinientes, llamados Pedro, Juan y María, se sitúan junto al vegetal, y pasan a un niño desnudo, supuestamente herniado (trencadet) diciendo: «Toma, María, este niño, que está herniado». Lo recoge María, lo devuelve por tres veces, respondiendo: «Toma este niño que ya está curado». Fin del ritual.

En Vistabella y Benafigos recogimos, en su día, más de 20 testimonios, en un estudio etnográfico de curaciones. ¿Cuestión de fe? También en Borriol y Vila-real.

Profesor