Le encanta bucear y descubrir pasajes entre documentos antiguos de la fiesta, muy presentes en la reciente exposición 'La Sang, el cor de la festa'

Fernando Vilar, archivero: «El símbolo más antiguo de la Romeria es el rollo y la gaiata nació en la cofradía»

Pertenece a la Cofradía de la Purísima Sangre y colabora en la logística de les Tres Caigudes y la procesión de penitentes. Pero además acompaña y tutela a los pregoneros como comisionado oficial

A Fernando Vilar le encanta investigar en la antigüedad y las tradiciones.

A Fernando Vilar le encanta investigar en la antigüedad y las tradiciones. / CARME RIPOLLES

Es todo un experto en las fiestas de la Magdalena, en sus orígenes, sus símbolos, su historia, su leyenda. Se nota que las vive y que siente pasión por los detalles. Fernando Vilar (52 años) trabaja en la UJI como personal de Administración en el Servicio de Comunicación y Publicaciones; y ahora, en plenas fiestas, asume un doble papel organizativo. Es como comisionado de la alcaldesa para los Pregoneros, a los que acompaña en actos oficiales; y archivero de la Cofradía de la Purísima Sangre, involucrado en la reciente exposición, La Sang, el cor de la festa, tras bucear entre archivos antiguos para divulgar el significado de les Tres Caigudes y procesión de penitentes, donde no sale pero sí participa entre bastidores en la logística.

Por partes. Como comisionado, Vilar se encarga de todo el proceso: «desde la convocatoria de candidaturas de los pregoneros a la selección de candidatos. Luego les ayudo a instruirse, aunque ahora ya vienen todos muy preparados. A vocalizar, entonar o cantar, pues fui pregonero en el 2015. Además, coordino la presentación oficial y de encomienda de cantar el pregón, en el salón de plenos del ayuntamiento. Este 2023 es especial al cumplirse 30 años del texto del Pregó Infantil», relata.

Frnando vilar, pregoner 2015 de Castelló.

Frnando vilar, pregoner 2015 de Castelló. / Mediterráneo

Vínculos desde la niñez

Su relación con la Cofradía de la Purísima Sangre viene de lejos. «Soy cofrade desde niño y archivero desde el 2019. En este 2023, la Cofradía cumple 475 años y es la más antigua de Castelló --después ya viene la de Lledó--», cuenta. En la muestra, que ya ha terminado, «se reivindica su papel en el origen de los símbolos festeros, especialmente, de la Gaiata, que nació en el seno de esta Cofradía. Y se aborda el acto de Les Tres Caigudes o les Reverències, que data del siglo XVIII o incluso antaño».

Este sabio de la fiesta evoca que «la primera noticia escrita de la Romería es de 1375 y se habla de una procesión al Castell Vell, el 10 de abril, en el libro del Consell (gobierno local) de la vila. Se cita la cantidad de levadura que el Consejo ha de pagar en esa procesión para la caridad de los pobres: para comprarla y prepararles rollos. El rollo es el símbolo más antiguo de las fiestas de la Magdalena, más que la caña o la cinta».

Penitencia como gracias o petición de salud

De 1375 a 1749 la procesión es penitencial. «Penitencia no tiene por qué ser para pedir perdón, es flexión; y es hace para dar gracias o pedir por lluvia o salud. La romería pasaba por la ermita de Sant Roc y de la Magdalena, dos santos del arco mediterráneo muy acreditados en milagros y protección frente a las pestes".

Cuenta Vilar que "en el siglo XVIII, en época barroca, se dotó de mucha espectacularidad a la religiosidad, con luminarias. Las cofradías eran las oenegés de la época medieval, y por ejemplo la de la Sangre tenía a su cargo el hospital de la villa y tiene una tradición inveterada que es en el toque de vísperas del campanario --que ya no se hace-- los cofrades salen a recibir a la romería al Forn del Pla --esto sí pervive y parten desde la capilla del Toll--. Y ya en el Forn del Pla se representan les Tres Caigudes, adoración de la Cruz en un espacio simbólico de encuentro entre la tierra y el cielo. Solo el amor es capaz de fundar una comunidad de progreso, una ciudad".

Las gaiatas de caña y el conflicto por las luces

"En esa procesión salía mucha gente a hacer penitencia, sobre todo, mujeres y niñas vestidas de Magdalena, con gaiatas de caña, como las llamaban al principio. Eran gaiatas con aros llenos de velas, iluminados. Luego muchos vecinos ponían luminarias en balcones y ventanas como signo de acogida. Lo que queda de las luminarias son las gaiatas de mano, que se recuperaron hace unos años. Era de noche y ayudaba a iluminar. La Cofradía se enfrenta hasta tres veces con el obispo de Tortosa porque con los desmanes de los hombres con muchachas penitentes decide adelantar la procesión de la Magdalena a horas de luz y la Cofradía protesta que entonces se perdía la esencia de las luminarias. La tercera vez que lo manda el obispo la cofradía se niega y algunos años no salen. Fue a finales del siglo XVIII", relata.