Ven «preocupante» este 2024, con un 20% menos de lluvia y 2ºC más sobre la media

Expertos pronostican otro verano «muy cálido», seco y de temperaturas extremas en Castellón

Instan a activar medidas frente a la sequía y los incendios

La estación estival es la que acumula un mayor aumento del mercurio desde 1961 y el del 2023 fue el tercero más cálido de la historia provincial

El centro de Castelló, el pasado verano, con la fuente vacía en la Puerta del Sol. El récord histórico de calor en la provincia se registró en la madrugada del 15 de agosto del 2021, con 42,5ºC, según resalta José Quereda.

Erik Pradas

El verano es sinónimo per se de calor y precipitaciones casi nulas, salvo las tormentas de finales agosto tan frecuentes hace décadas. ¿Cómo será la estación en este 2024? Tres expertos en Climatología consultados por Mediterráneo coinciden en que será seco, de temperaturas extremas y con noches tropicales de escaso confort térmico, lo que no ayudará para nada en la sequía que ya arrastra Castellón y el riesgo de incendios

José Quereda, catedrático de Climatología de la UJI, explica que «el comienzo astronómico de este verano 2024 se producirá el 20 de junio, si bien el meteorológico ya viene dando muestras de su presencia. De enero a mayo, Castellón registra temperaturas entre 1 y 2 grados por encima y sufre una extraordinaria sequía, con un 20% de la precipitación habitual (200 litros/m2) -récord histórico de los últimos 50 años en Castellón-». 

Cuenca del Mijares en alerta

Junio podría tener -según Quereda- «algo más de los 30 mm de precipitación normal en Castellón. Solo el aumento térmico, puede suponer más evotranspiraciones que, en la Cuenca del río Mijares implicarían una reducción del 10-15 %». Junio y julio se mantendrán en valores medios de 1976-2023 (23 ºC y 25,5ºC), si bien el problema pluviométrico es “especialmente grave y, junto al riesgo de incendios, debe incentivar que se activen medidas de gestión». En agosto seguirá la sequía. No faltarán, en la línea del calentamiento y cambio climático que se arrastra desde 1980, «olas de calor y extremos térmicos generalmente vinculados a procesos de downburst (reventones térmicos), que además de elevar las temperaturas por compresión, ocasionan vientos radiales de más de 100 Km/h». 

El jefe de Climatología de Aemet en la Comunitat, José Angel Núñez, apunta a un verano «muy cálido», probablemente, «con unas anomalías de temperatura similares a los del 2023 y 2022». Y da un dato significativo: De 1961 a 2023, en Castellón provincia, el verano es la estación con más alza acumulada de temperatura media, 1,9 ºC (otoño, 1,2ºC; e invierno y primavera, 1,1ºC); y anual, 1,3. «Así, los veranos muy cálidos y extremos cada vez van a ser más frecuentes (el récord es el del 2022, seguido de 2003 y 2023», resalta.

Evolución de las temperaturas.

Evolución de las temperaturas. / Mediterráneo / Gabriela Espinosa

Julio extremo y agosto ‘light’

Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, reitera que la predicción estacional indica «un verano caluroso y seco. Con julio muy caluroso y un agosto cálido pero más llevadero». «El programa europeo Copernicus -añadió- ya ha lanzado su predicción para este verano en toda Europa, y va a volver a ser muy caluroso, siguiendo la tendencia de los dos anteriores». Para este experto, «en la Comunitat, año sí y año también, batimos récords en verano. No sería raro otro dato extremo de temperatura en Castellón. La anomalía es la nueva normalidad». «Los modelos marcan poca precipitación. Junio tendrá poca lluvia y será caluroso. Debemos extremar nuestros consumos para evitar escenarios intensos de sequía, con restricciones de agua», citó. 

Se adelanta su inicio un mes

Olcina apuntó que «desde el 26 de mayo se ha entrado en el tiempo normal del verano, que en el litoral mediterráneo ha adelantado su inicio un mes desde 1980». «Los modelos señalan a una sucesión de veranos calurosos los próximos años y menos confort térmico: en costa tenemos más noches tropicales (+20ºC) y ecuatoriales (+25ºC), con riesgo para afecciones respiratorias o cardiacas». 

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