Fuga planificada

Un coche de alta gama alquilado, el maletero abierto y una visita al dentista: la intrahistoria de la fuga de película de un preso en Asturias

La operación estaba planificada: el vehículo que utilizó para huir de la Guardia Civil es de alta gama y fue alquilado varias horas antes

El Ayuntamiento de Siero, en cuyas inmediaciones se produjo la fuga.

El Ayuntamiento de Siero, en cuyas inmediaciones se produjo la fuga.

Juan A. Ardura

Espectacular fuga de un preso en el centro de Pola de Siero (Asturias), en la tarde de ayer. El recluso, que había ido a una consulta programada en una clínica odontológica, escapó a la carrera de los agentes de la Guardia Civil que le custodiaban, y saltó al maletero abierto de un coche que esperaba en las inmediaciones del Ayuntamiento y arrancó de inmediato, emprendiendo la huida, según confirmó el instituto armado.

El preso, con una condena pendiente de cuatro años, según aseguraron fuentes oficiales a La Nueva España, del mismo grupo editorial, salió del módulo 9 de la prisión asturiana a primera hora de la tarde, custodiado por agentes de la unidad de conducciones de la Guardia Civil, que se encarga de los traslados de reclusos bien a otros centros penitenciarios, a juzgados o, como ha sido en este caso, a una consulta al dentista, autorizada por Instituciones Penitenciarias.

La evasión, perfectamente planificada, cogió por sorpresa a los agentes de la unidad de protección y seguridad de la Guardia Civil encargados del traslado de este recluso que, pese a la condena pendiente, tenía un comportamiento pacífico en la prisión asturiana, de ahí que estuviera en el módulo 9, también denominado módulo de respeto. Según varias fuentes, "no era especialmente peligroso" y no le constaban sanciones penitenciarias. "Una vez finalizada la consulta y antes de subir al vehículo oficial, de forma sorpresiva, salió corriendo introduciéndose en el maletero del turismo que se encontraba próximo, emprendiendo dicho vehículo la huida", informó la Guardia Civil.

El preso saltó al maletero, que estaba abierto, de un coche de alta gama, que emprendió la marcha rápidamente. La fuga se produjo en cuestión de segundos en pleno centro de la capital sierense, muy cerca del edificio consistorial, una zona donde en esos momentos no había ninguna presencia policial, al margen de los agentes encargados de la conducción del recluso. Es decir, en las proximidades no se encontraba ninguna dotación de la Policía Local de Siero ni del Cuerpo Nacional de la Policía, que cuenta con una Comisaría en la capital polesa, por lo que cabe suponer que la conducción del recluso del centro penitenciario de Asturias no había sido comunicada a ninguno de esos cuerpos policiales. La Guardia Civil emprendió de inmediato la búsqueda del preso huido. Una de los primeros pasos de la investigación consistió en analizar las cámaras de grabación repartidas por el centro de Pola de Siero. La matrícula del automóvil de alta gama permitió cotejar que había sido alquilado a nombre de su hermano horas antes de la fuga, en la mañana del mismo lunes.

Instituciones Penitenciarias, órgano encargado de la gestión de las prisiones españolas y dependiente del Ministerio del Interior, confirmó que la fuga se produjo fuera de la prisión, durante un traslado. Al parecer, el recluso había llegado a la prisión asturiana procedente de un centro penitenciario de Cataluña no hace mucho tiempo, y, de hecho, en su módulo lo conocían como "el catalán".