Médicos de intensivos

Así son los golpes de calor que acaban en la UCI: "Lo primero que se ve es el daño neurológico porque el cerebro sufre"

Es una emergencia médica por una temperatura corporal mayor a 40.5ºC que causa alteraciones neurológicas y fallo multiorgánico, explica el doctor Eduard Argudo, intensivista del Hospital Vall d'Hebron (Barcelona) 

El doctor Eduard Argudo.

El doctor Eduard Argudo. / Semicyuc

Nieves Salinas

Los hospitales ya abordan los golpes de calor como emergencias médicas con una mortalidad elevada. Se caracterizan por una temperatura corporal muy alta (mayor a 40.5ºC), alteraciones neurológicas y fallo multiorgánico. La crudeza de los veranos que vive España ha obligado a los médicos de la UCI a actualizar sus protocolos ante la posibilidad, cada vez más común, de recibir en sus servicios a personas que no pueden soportar esa temperatura. Algo muy grave. De esta situación crítica habla con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del mismo grupo editorial, el doctor Eduard Argudo, miembro del Grupo de Trabajo de Transporte Crítico de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC).

El aumento de las temperaturas a máximos constantes deriva en golpes de calor más intensos. Los pacientes, a veces, acaban en la UCI. Obliga a actuar muy rápido, dice el médico. No solo a enfriarles lo antes posible, sino a atender los fallos al mismo tiempo (ventilación mecánica invasiva, reemplazo renal, etc.). Además, se pueden ver afectados los transportes de pacientes críticos por el calor extremo, al que son mucho más frágiles algunos enfermos como los que necesitan Oxigenación por Membrana Extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés).

La temperatura, cada vez más extrema, está provocando un aumento significativo de los ingresos en España

Un reciente estudio de ISGlobal muestra que la temperatura en estos meses, cada vez más extrema, está provocando un aumento significativo de los ingresos en España. Se calcula que los que se producen por insuficiencia renal aumentan un 77,7% en los veranos muy calurosos; las hospitalizaciones por infecciones urinarias se incrementan un 74,6%; y las infecciones por sepsis que, en los casos más graves, pueden resultar mortales, suben un 54,3%.

Trabajar en la calle

Si se habla de golpes de calor, el doctor Argudo, intensivista del Hospital Vall d'Hebron, de Barcelona, pone el foco en dos grupos especialmente sensibles: por un lado, trabajadores o deportistas expuestos a calor extremo y, por supuesto, los más vulnerables, los mayores o personas con enfermedades crónicas que tienen alterada la capacidad de regular la temperatura de su cuerpo.

Al intensivista le preocupan las consecuencias del calor en la práctica de actividades deportivas "que han ido creciendo mucho" como maratones, carreras populares...

En el primer caso, el doctor describe a "enfermos con un golpe de calor relacionado con el esfuerzo y trabajos en el exterior -el campo, la construcción... -, que están muy expuestos y, a nivel físico, tienen bastante actividad". En el mismo apartado, incluye algo que le preocupa: la práctica de actividades deportivas, "que han ido creciendo mucho", como maratones, carreras populares... Sus participantes pueden acabar desarrollando un episodio similar.

Los mayores

Después, añade, hay otro perfil de enfermo con posibilidades de acabar en la UCI ante subidas muy altas del termómetro "que son los pacientes mayores que no tienen esa capacidad de regular su temperatura corporal y en verano, en casa, sin una correcta hidratación, sin estar en un entorno climatizado, pueden acabar con problemas".

Un hombre fotografía un termómetro durante una ola de calor en Córdoba.

Un hombre fotografía un termómetro durante una ola de calor en Córdoba. / EFE / Rafa Alcaide

Más allá de esos dos perfiles tan determinados, ¿puede acabar en una UCI con un golpe de calor una persona sana?. "Poder, se puede. Es más complejo. Al final, para que suceda, tu cuerpo tiene que perder la capacidad de controlar y regular la temperatura y, si somos una persona sana o no estamos sobreexpuestos, tenemos mecanismos que nos llevarán a evitar no llegar a eso", responde el intensivista.

Paciente crítico

En cualquier caso, enfatiza, hay que ser conscientes de que "la patología derivada del calor existe y que, ante todo este clima, probablemente es algo que vamos a ir viendo más. Nos acaba influenciando como intensivistas que nos enfrentemos al paciente crítico. Tenemos que ser conscientes de ello y también tener las medidas para poder atenderlos. Es una emergencia, tiene una mortalidad alta. Por suerte, no se ven muchos, pero cuando te encuentras a uno, la velocidad con la que se actúe marcará que ese paciente sobreviva o no".

El golpe de calor se define por esa temperatura por encima de 40,5 grados. "Es muy elevada y eso se asocia al daño de órganos. Lo primero que se ve son las urgencias neurológicas, que el paciente se quede inconsciente, que tenga convulsiones, porque el cerebro sufre. O un fallo multiorgánico porque nuestro cuerpo no está preparado para vivir y funcionar a esa temperatura". La recuperación de un episodio tan crítico, añade el especialista, puede ser completa, pero depende del daño.

Entre las medidas físicas y las más efectivas, están la inmersión y la vaporización de agua fría

El enfriamiento, explica, debe iniciarse lo antes posible allí donde se encuentre el paciente y continuarse de forma activa. Se basa en medidas físicas (la inmersión y la vaporización de agua fría son las medidas más efectivas) a las que también pueden añadirse el uso de dispositivos de control de temperatura. Además, es tan importante como esto dar soporte a todos los órganos que fallan, con lo que estos pacientes generalmente requieren intubación, conexión a ventilación mecánica invasiva, fármacos vasoactivos y terapias de reemplazo renal. 

El transporte

El intensivista es uno de los mayores expertos españoles en traslados de pacientes muy graves (en avión, helicóptero, etc.). Subraya la importancia de las condiciones en las que se desarrolle esa evacuación por el riesgo que suponen las temperaturas extremas. Puede repercutir en su estado.

Ahora mismo, en España, no todos los medios aéreos de transporte de enfermos tienen aire acondicionado

Lo ideal debería, en verano, sería contar con vehículos climatizados -sencillo por tierra (en ambulancia), precisa- pero a veces más complejo por aire. Ahora mismo, en España, no todos los medios aéreos de transporte de enfermos tienen aire acondicionado. En el caso de los helicópteros de transporte médico no pueden despegar -o no pueden cargar con el peso necesario-, si la temperatura es excesiva, añade el doctor Argudo. "Son cuestiones que no nos planteábamos y hay que tenerlas en cuenta", admite.

Helicóptero del 112 de Madrid.

Helicóptero del 112 de Madrid. / Comunidad de Madrid

A pie de UCI, en su caso la del Vall d'Hebron de Barcelona, cuenta el doctor Eduard Argudo que el calor que golpea los últimos veranos les ha obligado a actualizar los protocolos. "El pasado tuvimos varios casos y eso nos hizo pensar que teníamos que estar preparados. Lo que hicimos fue actualizar y difundir protocolos para que todo el mundo tenga claro cómo abordar a los enfermos e intentar minimizar al máximo los efectos", concluye.