Opinión | A quemarropa

Podredumbre

Algo huele a podrido en Dinamarca, escribió Shakespeare. Y algo huele a podrido en el palacio de la Moncloa, afirman ya muchos y prestigiosos periodistas de este país. También lo afirman conocidos intelectuales, empresarios y generadores de opinión. Incluso destacados dirigentes socialistas creen que el sanchismo está perjudicando gravemente al PSOE. Parece que solo aquellos que tienen un silloncito que defender, o un sueldito que reclamar o proteger, defienden ya al movimiento mesiánico más dañino de la democracia.

El caso del hermano de Pedro, Pedrito, Pedrete; el caso de su mujer; el caso Koldo, que salpica a varios ministerios; el saqueo de los fondos públicos durante la pandemia… El ataque del poder Ejecutivo al poder judicial… El desaire a los socios de la OTAN… La lacerante imagen exterior de España y otros muchos escándalos han convertido la legislatura en un rosario. La podredumbre se ha instalado en el sanchismo. La cosa, queridos lectores, no pinta bien. Ojalá todo fuera diferente. Ojalá el desgobierno de España no dependiera de las veleidades de los indepes catalanes para hacer su trabajo. Ojalá el desgobierno de España tuviera mejor prensa en Europa y en el mundo. Ojalá el desgobierno de España fuera un gobierno cabal, centrado y sensato.

Cuando acabó el mandato de ZP creí que no tendríamos un gobierno peor, pero entonces llegó Rajoy y lo increíble se volvió realidad. Y después llegó el sanchismo, y la cosa adquirió tintes grotescos. ¿Qué hemos hecho los pobres españolitos para merecer esto?

Escritor