Opinión | RECONTRA

Ultra Europa

Ochenta años después de que jóvenes americanos, ingleses y canadienses dejaran su vida y su sangre en las playas de Normandía en defensa de los valores democráticos, hemos tenido unas elecciones en la Unión Europea que suponen una vuelta atrás de casi cien años.

En los felices años 20 del siglo pasado, se estaba fraguando en Europa el nacimiento y auge del fascismo y del nazismo de la mano de una derecha temerosa que creía que podía controlar a la bestia. Y en los años 30 estaban todos con las manos extendidas haciendo el saludo romano o con puños levantados.

Por suerte, el muro de contención ha hecho su función para los próximos cinco años. Los conservadores, los liberales y los socialistas, de momento, frenan a los nuevos camisas pardas. Pero parece ser que vamos derechitos a repetir nuestra historia.

Palos físicos

El esquema es exactamente el mismo que hace 90 años, polarización de la sociedad provocada por los ultras (véase que no he dicho qué tipo de ultras) para poder llegar al gobierno, violentando a la sociedad. Entonces fue a palos físicos, hoy es mediante redes sociales, jueces afines y medios de comunicación de masas. Entonces fue a través de la radio como medio de propaganda y hoy es con el whatsapp (más barato aún). Y poco a poco vamos hacia el precipicio.

No piense el Partido Popular (aquellos demócratas de derechas que todavía hay en sus filas) que pueden salvarse del desastre. Porque ahora los americanos con Trump están peor que nosotros para hacer otro desembarco en Normandía. Y no vendrán a salvarnos.

¿Quién crees tú que vendrá?

Urbanista