Unión Europea

Los líderes de la UE acuerdan el reparto de altos cargos de la nueva cúpula europea

Ursula von der Leyen repetirá como presidenta de la Comisión Europea mientras António Costa será el nuevo presidente del Consejo Europeo y Kaja Kallas la jefa de la diplomacia europea

Ursula von der Leyen.

Ursula von der Leyen. / EFE

Silvia Martinez

Pese al enfado con el que llegaba a la cumbre de líderes europeos la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, por ser excluida del pacto previo alcanzado por las tres grandes familias políticas (populares, socialistas y liberales), o la negativa anunciada por su homólogo húngaro Viktor Orbán, los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE han cerrado este jueves sin problemas el acuerdo sobre la nueva cúpula de altos cargos que dirigirá las instituciones europeas los próximos cinco años: la conservadora alemana Ursula von der Leyen (Comisión Europea), el socialista portugués António Costa (Consejo Europeo) y la liberal estonia Kaja Kallas (alta representante para la política exterior de la UE).

El debate arrancaba pasadas las diez de la noche, tras ocho horas de cumbre en la que han tenido como invitado especial al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y en la que han hablado de la guerra en Ucrania, de Oriente Próximo, de seguridad y defensa y de la agenda estratégica de prioridades para el próximo lustro. Una discusión final sin ninguno de los candidatos presentes en la sala y con la liberal Kallas delegando su voto en el conservador finlandés, Petter Orpo. El presidente español Pedro Sánchez, ausente en esta cumbre por el fallecimiento de su suegro, delegó su voto en su homólogo alemán Olaf Scholz.

Pese al intento de la 'gran coalición' por sumar a Meloni al pacto cerrado el pasado martes por los seis negociadores de populares, socialistas y liberales, finalmente la primera ministra de Italia no ha secundado la elección de von der Leyen al abstenerse en la votación mientras que ha votado en contra de Costa y de Kallas. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, por su parte, ha votado en contra de la alemana, se ha abstenido con Kallas pero ha votado a favor de Costa, según han confirmado fuentes diplomáticas. Las restantes 25 delegaciones han votado todas ellas a favor de los tres candidatos. "La propuesta formulada por el Partido Popular, Socialistas y Liberales para la nueva cúpula europea es errónea en el método y en el fondo. He decidido no apoyarlo por respeto a los ciudadanos y a las indicaciones que vinieron de esos ciudadanos durante las elecciones", ha justificado Meloni tras la reunión.

Siguiente parada, la Eurocámara

El único de los tres candidatos que no tendrá que superar ningún examen más y cuya elección es definitiva es Costa. En el caso de Kallas, que también ocupará la vicepresidencia de la Comisión Europea, todavía tendrá que superar la audiencia y el voto en la Eurocámara, previsiblemente en el mes de octubre, mientras que von der Leyen tendrá que obtener el apoyo de al menos 361 de los 720 eurodiputados del Parlamento Europeo para garantizarse el segundo mandato, un voto que podría tener lugar el próximo 18 de julio en Estrasburgo. Aunque la 'gran coalición' formada por populares, socialistas y liberales cuenta con unos 400 escaños las posibles fugas de votos obligan a la alemana a seguir haciendo números para evitar problemas de última hora. "Trabajaré con todo el Parlamento Europeo", ha asegurado mencionando a aquellos que estén a favor de Europa, de Ucrania y del Estado de Derecho. "Tengo que convencer a una mayoría, así que estamos en proceso de construir una plataforma con el PPE, el S&D y los Liberales" pero "me pondré en contacto con otros, también con diputados de otros grupos" porque "se trata de construir una mayoría lo más amplia posible", ha anunciado.

Además, aunque los líderes europeos no escogen a la presidencia del Parlamento Europeo se da por hecho que la elegida, para la primera mitad de la legislatura, será la popular maltesa Roberta Metsola. La cumbre arrancaba con toda una declaración de intenciones del primer ministro de Polonia, Donald Tusk, para tranquilizar a Meloni y tejer un acuerdo lo más inclusivo y con el mayor consenso posible. “Quiero dejar una cosa clara. Nadie respeta a la primera ministra (Giorgia) Meloni e Italia más que yo. Creo que ha habido un malentendido porque a veces necesitamos plataformas políticas específicas para facilitar el proceso, pero la decisión final corresponde a Meloni y al resto de líderes durante la cumbre”, decía en alusión a la protesta expresada veinticuatro horas antes por la italiana ante su parlamento.

Tusk, negociador del Partido Popular Europeo junto con el griego Kyriakos Mitsotakis, justificaba el pacto precocinado por el PPE, Socialdemócratas y liberales, dejando fuera del pacto a los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) que preside Meloni, en la necesidad de “facilitar” la decisión y preparar una posición común entre los líderes. “No hay Europa sin Italia y no hay decisión sin la primera ministra Meloni. Es obvio”, ha recordado el polaco, lanzando un mensaje tranquilizador hacia Roma para intentar sumar a Meloni.

Y lo mismo el alemán Olaf Scholz. "Hemos facilitado la toma de una decisión porque el Consejo Europeo y los Estados miembros también deben hacer inteligentemente una sugerencia que pueda contar con una mayoría en el Parlamento", añadía el canciller alemán, menos convencido como el resto de socialistas de que fuera necesario hacer concesiones a Meloni para incorporarla a la mayoría. "Así funciona la democracia, la democracia no trata sólo de bloquear sino de quiénes quieren trabajar juntos", espetaba el liberal belga, Alexander de Croo, en la última cumbre bajo presidencia semestral de la UE.

Orbán: "Es una vergüenza"

Hasta este jueves, además de Italia tampoco habían respaldado explícitamente el pacto ni Hungría, ni República Checa ni Eslovaquia. “La inclusividad es lo importante (…) Si fuera por méritos en la elección sería PPE, Socialistas y ECR, que es el tercero, pero está Renew (liberales) lo que es una evidencia clara de que es un acuerdo partidista. Es una vergüenza", arremetía a su llegada a la sede del Consejo el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, criticando un pacto que no refleja en su opinión el resultado de las elecciones del pasado 9 de junio. "Los votantes europeos han sido engañados. El PPE formó una coalición de mentiras con la izquierda y los liberales. ¡No apoyamos este vergonzoso acuerdo!", añadía.

En cambio, el primer ministro de la República checa, Petr Fiala, anunciaba su apoyo al acuerdo. “Para la República Checa es crucial que la distribución respete no sólo el equilibrio político sino también el geográfico. Los nombres propuestos hasta ahora cumplen con estos criterios. Además, los conozco a todos personalmente, tienen una relación positiva con la República Checa y tengo muy buena experiencia trabajando con ellos”, decía en la red social X a punto de iniciar el debate.

Además de confirmar la terna de altos cargos los 27 también han aprobado agenda estratégica con las prioridades políticas para el próximo lustro. El documento, una especie de hoja de ruta sobre los grandes asuntos en los que poner el foco los próximos cinco años, pone el acento en la seguridad y la industria de la defensa y la competitividad.