ACUSADO DE MENTIR

El caso de la pistola de Hunter Biden: a juicio por primera vez en la historia el hijo de un presidente de Estados Unidos

Se le acusa de haber mentido en su declaración sobre consumo de drogas cuando compró un revólver del calibre 38 en 2018

Hunter Biden sale del tribunal este lunes 5 de junio en Wilmington, Delaware

Hunter Biden sale del tribunal este lunes 5 de junio en Wilmington, Delaware / EFE

Mario Saavedra

Es la primera vez en la historia de Estados Unidos en que el hijo de un presidente en activo va a ser juzgado por un delito que le puede llevar a la cárcel. A Hunter Biden se le acusa de mentir a la hora de rellenar el formulario preceptivo para la compra de un revólver Colt Cobra del calibre 38 en el año 2018. Dijo que no consumía drogas, cuando ya era adicto. El hijo de Joe Biden tiene un largo historial de lucha contra la adicción al alcohol y a las drogas. La defensa va a alegar que no era consciente de esa adicción en el momento en que compró la pistola.

Hunter Biden, de 53 años, se ha declarado no culpable de los tres cargos que se le imputan por la compra y posesión ilegal de armas. La pena máxima es de 25 años de cárcel, aunque Biden carece de antecedentes y es de prever que sea considerablemente menor si finalmente es condenado.

Este lunes 3 de junio ha arrancado el juicio en un tribunal federal de Wilmington, Delaware. El juez ha ido inquiriendo a los ciudadanos que lo formarán sobre posibles prejuicios políticos o sobre el consumo de drogas, para garantizar su imparcialidad. Finalmente se ha formado un jurado popular de 12 personas. Está previsto que los argumentos orales comiencen este mismo martes.

En otra de las imágenes para la historia, este lunes se vio a la primera dama, Jill Biden, salir del juzgado, al que acudió para apoyar moralmente en el juicio a su hijastro. Hunter Biden es hijo de la primera esposa del presidente, la fallecida Neilia Biden.

La primera dama Jill Biden sale del tribunal federal que juzga a su hijo, este 3 de junio en Wilmington, Delaware.

La primera dama Jill Biden sale del tribunal federal que juzga a su hijo, este 3 de junio en Wilmington, Delaware. / AP

El arranque de las vistas ocurre unos días después de que el expresidente y candidato para las elecciones presidenciales de noviembre, Donald Trump, fuera condenado por tratar de ocultar los pagos realizados para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels. Trump maniobró para que no se supiera que había mantenido con ella relaciones sexuales y que el escándalo no afectar a su candidatura a las presidenciales de 2016, que terminó ganando.

“No creo que el impacto en la campaña vaya a ser muy grande”, opina en conversación con este diario Carlota García Encina, investigadora principal sobre Estados Unidos del Real Instituto Elcano. “Se espera que sea un juicio bastante rápido, que puede resolverse en tan solo dos semanas. Puede enturbiar algo la campaña demócrata, que estaba tratando de recuperar la atención tras la condena de Donald Trump, con medidas sobre inmigración o aborto. Pero habría que empezar a preocuparse si fuera más cerca de las elecciones, en septiembre u octubre”.

En Estados Unidos, explica la analista, el votante suele separar entre lo que ha hecho un familiar y el político. “Sí puede a Joe Biden afectar personal y psicológicamente: es mayor y ha sufrido mucho en su vida, con el accidente mortal de su mujer y la muerte de uno de sus hijos.Él ya ha dicho que es presidente, pero también padre”.

Miembros del Partido Republicano estadounidense, entre ellos Trump, llevan años tratando de vincular los problemas de Hunter Biden con su padre. Han incluso tratado de usarlos para lanzar una proceso de destitución o impeachment, con escaso éxito legal o político. Sí ha tenido mucha repercusión mediática, especialmente los negocios turbios y los casos de prostitución relacionados con Hunter Biden

El ordenador de Hunter Biden

El hijo de Biden dirigió negocios turbios en Ucrania y China y llevó una vida disoluta repleta de drogas y prostitutas.

La cronología de los hechos comienza en 2014. Hunter Biden trabajaba para el mayor proveedor de gas ucraniano, Burisma. En la empresa surge un escándalo de corrupción. Joe Biden es por aquel entonces vicepresidente de Estados Unidos. Él y otros líderes occidentales alientan al presidente ucraniano para que despida al principal fiscal del país, Viktor Shokin. Aquí las versiones empiezan a diferir. Unos dicen que la principal razón es que Shokin bloqueaba las investigaciones de corrupción. El equipo de Donald Trump asegura que, en realidad, Joe Biden presionaba para defender presuntas corruptelas de su hijo.

El 25 de julio de 2019, Donald Trump llama al presidente ucraniano Volodímir Zelenski. La transcripción oficial de la conversación confirma que el presidente de Estados Unidos se refirió reiteradamente al hijo de Biden. Presionó al presidente ucraniano para que le diera información sobre las supuestas corruptelas del ahora presidente de Estados Unidos y de su hijo Hunter. Llegó a amenazarlo veladamente con cortar las ayudas si no le daba detalles comprometidos sobre Hunter Biden que él pudiera usar en campaña electoral. Esto costó a Trump su primer juicio político o 'impeachment' en el Congreso. Según Trump y los republicanos, fue Biden padre quien retiró 1.000 millones de ayuda en 2015 para presionar a Ucrania para que no investigara a su hijo.

En 2022 empezaron a proliferar informaciones, incluso en medios de tendencia demócrata como el NYT y el Washington Post, sobre los ficheros encontrados en un ordenador de Hunter Biden. El lo había llevado a reparar y se lo robaron. Afirma que fueron los servicios secretos rusos, y que estos se lo entregaron a diarios anglosajones. Empezaron a aparecer fotos de él tomando drogas con prostitutas desnudas.