CEU: innovación y creatividad

Reflexión sobre la identidad a través del arte

Los alumnos de Magisterio aprenden a educar en el pensamiento crítico en la sociedad de la imagen

Los futuros docentes trabajaron con dioramas la autoestima, el respeto a la diversidad y la pertenencia al grupo.

Los futuros docentes trabajaron con dioramas la autoestima, el respeto a la diversidad y la pertenencia al grupo.

En esta era del postureo es muy frecuente que se diluyan las fronteras entre realidad e imagen y se potencie el culto a la apariencia en detrimento de la verdadera identidad. Educar en el pensamiento crítico es una de las claves para interpretar el aluvión de imágenes que se consumen a diario y aprender a hacerlo desde la infancia, a través de la creación artística, es un modo eficaz de alcanzar este desafío.

Por este motivo, la profesora del CEU de Castellón María José Rodríguez ha impulsado una novedosa iniciativa en sus clases de Magisterio. Con el taller Nos presentamos y representamos, los estudiantes de 3º curso del Grado en Educación Primaria han aprendido a aprovechar el potencial didáctico del arte en la escuela para promover el autoconocimiento en los niños a los que educarán.

El taller consistió en la elaboración de dioramas individuales (representaciones tridimensionales de varias escenas en un mismo espacio) con una caja de cartón, en los que los futuros maestros realizaron una representación simbólica de su "yo interior" y su entorno a través de los objetos que les definen. Tras compartir y explicar sus creaciones, los estudiantes realizaron una exposición conjunta.

"Para la confección de cada retrato, los alumnos reflexionaron sobre su propia identidad y cómo la iban a representar. Experimentaron un proceso de creación que les hizo valorar lo que tienen y trabajar el autoconcepto, la autoestima, los sentimientos, el respeto a la diversidad y la pertenencia al grupo", explica la propia Rodríguez.

"Toda creación artística es un proceso de simbolización y representación imprescindible para el desarrollo intelectual, emocional y social de la persona, y con este tipo de propuestas, nuestros futuros maestros aprenden a trabajar con los niños competencias para el aprendizaje y para la vida", prosigue declarando la docente.

Vida fuera de las redes

La estudiante de Magisterio Carmen Ramírez está convencida de que incorporará este tipo de talleres cuando ejerza como maestra. "Es una actividad dinámica y distendida, que moviliza multitud de competencias y permite a los escolares crear en libertad y expresar quiénes son y quiénes quieren ser, enseñándoles que hay más senda al margen de las redes sociales y que pueden mostrarse de un modo más seguro y veraz", subraya. "Además, los niños experimentan con materiales y objetos un proceso de simbolización, en el que trasladan ideas y sentimientos usando la imaginación y desarrollando la inteligencia visual y espacial. Es una actividad muy completa, que les aporta un aprendizaje de carácter transversal y significativo", concluye.