De la que se ha librado el Castellón en los 'play-off': la pesadilla del Nàstic-Málaga

Eder Mallo Fernández, árbitro del Gimnàstic-Málaga, que se saldó con el ascenso de los costasoleños a raíz del empate en el minuto 124, denunció en el acta amenazas de muerte y una agresión del futbolista del equipo local David Concha a uno de sus asistentes. El partido es historia de los play-off de ascenso a LaLiga Hypermotion, de los que se libró el CD Castellón subiendo como campeón de grupo.

El Nàstic de Tarragona se quedó sin ascenso a Segunda por culpa de un gol del Málaga conseguido cuando se superaba el tiempo añadido de la prórroga. Un córner, varios rechaces y un balón que cayó muerto a un par de metros de la línea de gol al joven Antoñito, de 17 años, que lo empujó dentro. Locura feliz para los costasoleños, pero desolación máxima para los aficionados granas. No puede haber forma más dolorosa de privarse del ascenso al fútbol profesional.

Los acontecimientos

La frustración de todos los implicados con los colores del Nàstic se tradujo en rabia que fue dirigida al equipo de árbitros, tal y como documenta el acta que firmaron los encargados de impartir justicia. Al acabar el encuentro sufrieron todo tipo de insultos y amenazas, según consta en el texto. Palabras durísimas que, presumiblemente, acarrearán elevadas sanciones.

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Eder Mallo Fernández, colegiado vasco adscrito al colegio castellano-leonés, tuvo que dejar el campo escoltado por las fuerzas del orden, pero una vez en el vestuario, según hizo constar en el acta, temió por su integridad física y la de sus colaboradores.

Miedo por la integridad física

Mallo describe con todo lujo de detalles los exabruptos recibidos una vez estaban en la caseta arbitral: "hijos de puta", "vuestra familia va a morir", "tu hijo va a morir", "no tenéis huevos", "sinvergüenzas", "dad la cara, cobardes" y otras expresiones similares. Cuenta que estos insultos se producían mientras golpeaban agresivamente la puerta de su vestuario, y que incluso en alguna ocasión se llegó a abrir la puerta.

"Llegamos a temer por nuestra integridad física, al ver cómo abrían la puerta y nos increpaban. La seguridad presente nos indica que les es imposible retirar y controlar a esta gente, puesto que según nos dicen, son varios directivos y propietarios del club. Nos comunica la fuerza pública que debemos salir escoltados hacia los vehículos y en carretera hasta la llegada al hotel para garantizar nuestra integridad", expone el árbitro.

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Agresión de un futbolista

En el acta también se expone la reacción de un jugador del Nàstic, David Concha Salas, que intentó agredir con una botella de agua a uno de sus asistentes.

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"En el minuto 120 el jugador (23) CONCHA SALAS, DAVID fue expulsado por el siguiente motivo: Por salir del área técnica gritando y gesticulando, protestando una de mis decisiones. Dirigiéndose a mi asistente número 1 en los siguientes términos: "Sois unos sinvergüenzas, hijos de puta". Negándose a retirarse a vestuarios. Previamente, le lanza el agua de una botella de 33cl vaciándola sobre su cuerpo", expone el colegiado en el acta.