El PP vota contra el reglamento que financiará el Corredor hasta 2030

Los eurodiputados españoles populares rechazan las previsiones para culminar la red transeuropea de transporte por no incluir una mayor velocidad en el desarrollo de tramos en Galicia y Andalucía 

Sesión plenaria del Parlamento Europeo, reunido en Estrasburgo, en una imagen de archivo.

Sesión plenaria del Parlamento Europeo, reunido en Estrasburgo, en una imagen de archivo. / EFE

MATEO L. BELARTE

El Parlamento Europeo aprobó este miércoles las nuevas directrices para culminar en 2030 los proyectos prioritarios de la red transeuropea de transporte (RTE-T), que incluye carreteras, ferrocarriles, puentes y túneles transfronterizos y abarca también, entre otros muchos, el corredor mediterráneo y el atlántico. El pleno de la Eurocámara dio luz verde al acuerdo provisional alcanzado entre Parlamento y Consejo de la UE por 565 votos a favor, 37 en contra y 29 abstenciones, y será oficial cuando el Consejo confirme el pacto.

Lo llamativo de la votación es que gran parte de los 37 eurodiputados que se opusieron a aprobar la planificación de estas infraestructuras comunitarias son españoles, en su mayoría del PP. Además de los populares, la iniciativa también fue rechazada por los representantes nacionales de Vox, Podemos, Sumar e Izquierda Unida. Únicamente los dirigentes españoles del PSOE respaldaron el nuevo reglamento.

La justificación del ‘no’

El motivo del rechazo de los eurodiputados populares, entre ellos José Manuel García Margallo, es que la Eurocámara no ha aceptado las enmiendas propuestas por su grupo para añadir entre las obras prioritarias varias iniciativas en Galicia y Andalucía, explicaron fuentes del partido. Al no incluirlas en la categoría de infraestructuras «básicas», los plazos para su ejecución se dilatan. «El PP rechaza el acuerdo por ser perjudicial para España», dijo el partido en un comunicado.

En concreto, se trata del tramo ferroviario Granada-Motril, la reapertura de la Ruta de la Plata, el transfronterizo Sevilla-Huelva-Faro o los tramos Santiago-Vigo-Ourense, Ferrol-A Coruña y Vigo-Oporto. Estas se prevén para 2050 y los populares exigían adelantarlo a 2030. También pidieron incluir en la red básica los puertos de Cádiz, Ferrol, Vigo y Pontevedra, si bien fuentes expertas conocedoras del proyecto señalan que estas infraestructuras «no alcanzan los niveles objetivos que estipula el reglamento europeo».

Algunos europarlamentarios del PP aseguraron a este diario que no es un voto «en contra del corredor», que «en sí ya existe», sino de esta revisión concreta, que según las fuentes se considera «incompleta» por parte de la delegación popular española. «El corredor ya está previsto, por tanto no hemos votado en contra. Se ha votado en contra porque no se han incluido otras infraestructuras necesarias», añadieron.

Antecedente

No es la primera vez que el PP español se opone en Bruselas a directivas que priorizan el desarrollo del corredor mediterráneo. Ya en 2012, el Gobierno de Mariano Rajoy fue el único que votó en contra del acuerdo político que debatieron los Veintisiete sobre los proyectos prioritarios de la red transeuropea de transporte que recibirían fondos comunitarios. No fue en la Eurocámara sino en el Consejo de ministros de Transportes, pero el paralelismo es evidente.

En aquella ocasión, el argumento de la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, fue que no se incluyó entre estas iniciativas prioritarias, donde sí estaban el corredor mediterráneo y el atlántico, la conexión del eje central con Francia a través de Pirineos.

A las puertas de la campaña de las europeas del 9 de junio, la negativa del PP en Bruselas no tardó en alcanzar la península y fue criticada por muchos dirigentes del partido socialista. La federación valenciana fue una de las más activas, sabedora de que el asunto puede poner en apuros al PPCV del president Carlos Mazón, quien en sus 11 meses de mandato ha reivindicado la infraestructura en diversas ocasiones y se ha prodigado en actos de apoyo. 

Y es que en el voto en contra del PP español parece haber pesado más la influencia territorial de Andalucía y Galicia, donde sus dirigentes pueden vender el ‘no’ como una defensa de sus intereses por no incluir la UE obras en estas autonomías, que los de la Comunitat Valenciana, donde la negativa abre un evidente flanco de ataque a la izquierda.

La portavoz de Infraestructuras del PSPV, María José Salvador, vio el resquicio y señaló que el PP «vuelve a votar en contra del corredor mediterráneo» en Bruselas y también de su conexión con el aeropuerto de Alicante antes de 2030: «El PP ha votado en contra de los intereses de los valencianos y valencianas como ya lo hicieron en 2012 con la ministra Ana Pastor, un momento en el que no se priorizó el corredor mediterráneo para incorporarlo en la red transeuropea de transportes». Salvador preguntó a Mazón «donde está el PP de la Comunitat Valenciana cuando toca defender los intereses de nuestra tierra» y exigió un posicionamiento del president y líder del PP valenciano.

«Servilismo a Feijóo»

La secretaria del área Institucional del PSPV-PSOE y delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, considera que la decisión de los populares se produce «solo por puro servilismo con Alberto Núñez Feijóo». «El PP ha votado en contra de obras estratégicas como es el acceso al Puerto de Castellón, como es el canal de acceso de València o como es la variante de Torrellano que pudimos introducir como enmiendas como obras estratégicas de ese reglamento de la red transeuropea del transporte», aseveró.

El síndic adjunto de Compromís, Vicent Marzà, y aspirante a ir con Sumar al Europarlamento, entró en la polémica, señalando que el voto en las europeas «es más necesario que nunca» ante un PP que «nunca vota a favor de los intereses valencianos». 

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