Perfil

Rishi Sunak, el hombre que llegó a Downing Street asumiendo riesgos (y que ha perdido su última apuesta)

A pesar de proceder de una familia de clase media, el joven Sunak pronto se codeó con las élites del país

El primer ministro británico y líder del Partido Conservador, Rishi Sunak

El primer ministro británico y líder del Partido Conservador, Rishi Sunak / Europa Press

Lucas Font

La carrera política de Rishi Sunak ha estado marcada por los riesgos. Y, hasta ahora, siempre le había salido bien. Fue uno de los primeros miembros del Partido Conservador en apoyar abiertamente el Brexit, desafiando al entonces líder de su partido y primer ministro, David Cameron, firme defensor de permanecer en la Unión Europea. “Si hemos perdido a Rishi, hemos perdido el futuro del partido”, se cree que dijo entonces Cameron. Y no iba mal encaminado: el actual líder conservador pasó de ser un completo desconocido cuando entró en el Parlamento en 2015 a ser un alto cargo del Gobierno conservador en apenas cuatro años, primero como jefe del Tesoro y posteriormente como ministro de Economía. 

Su segundo movimiento arriesgado llegó en 2022, cuando decidió dimitir de su cargo como ministro tras los escándalos en los que se vio envuelto el entonces primer ministro, Boris Johnson. Su renuncia provocó la caída de Johnson y abrió un proceso interno en el que él mismo se convirtió en uno de los candidatos. A pesar de no salir victorioso, la pronta dimisión de su rival, Liz Truss, tras el terremoto financiero provocado por su primer y único presupuesto, le abrió las puertas de su partido y las del número 10 de Downing Street. Sunak tomó riesgos y la suerte cayó de su lado, convirtiéndose en la primera persona de una minoría étnica en ocupar el cargo de primer ministro en el Reino Unido.  

Educación elitista

A pesar de proceder de una familia de clase media, el joven Sunak pronto se codeó con las élites del país. Sus padres –él médico de familia y ella farmacéutica– eran hijos de inmigrantes de origen indio afincados durante años en el este de África, y destinaron una parte importante de sus ingresos a financiar sus estudios. Sunak ingresó en el elitista Winchester College, donde estudió la secundaria, y posteriormente inició estudios de política, filosofía y economía en la Universidad de Oxford. Pero sus primeros pasos profesionales no fueron en política sino en el sector financiero. 

Su trabajo en el banco de inversión Goldman Sachs y sus posteriores estudios de posgrado en la Universidad de Stanford, en California, le abrieron las puertas del sector privado y le permitieron conocer a su actual esposa, Akshata Murty, hija del multimillonario indio Narayana Murty. El matrimonio se situó en el número 245 en la lista de personas más ricas del Reino Unido en 2024 con 651 millones de libras (768 millones de euros), según el diario ‘The Times’, gracias a las acciones que Murty posee en la empresa de su padre, el gigante del sector de la tecnología de la información Infosys

Trayectoria política

El enorme patrimonio de Sunak y de su esposa no ha sido de especial ayuda en la carrera política del líder conservador, cuya imagen ha sido muchas veces relacionada con la de un multimillonario ajeno a los problemas de la gente corriente. A pesar de ello, su carácter afable y su adicción al trabajo le hicieron ascender rápidamente en el plano político desde que decidió concurrir a las elecciones generales en 2015 por la circunscripción de Richmond, una zona del norte de Inglaterra tradicionalmente conservadora. Su apuesta por el Brexit y su apoyo a Johnson en la carrera por el liderazgo del Partido Conservador en 2019 le abrieron las puertas del Gobierno, donde ganó la fama de hombre pragmático y eficiente, mientras que su fe religiosa hindú y su abstinencia de alcohol lo alejaron de los escándalos que sí salpicaron a otros compañeros de bancada.

A pesar de su apoyo a Johnson en 2019, Sunak nunca ha llegado a estar vinculado a ninguna corriente dentro de su partido. Empezó su mandato como primer ministro con una imagen menos radical que la de su predecesora, Truss, al menos en el plano económico, aunque las malas previsiones electorales le obligaron a tomar posturas más cercanas al ala dura de su partido, especialmente en materia climática y en la llamada “batalla cultural” contra la izquierda. En los últimos meses, sin embargo, el líder conservador tomó medidas poco aplaudidas por el sector más radical de su partido, como la prohibición progresiva de la venta de tabaco o la ley para reducir penas a los condenados por delitos menores, unos proyectos que han quedado finalmente en el cajón tras la disolución del Parlamento.

Última apuesta

Muchos analistas coinciden en que la herencia recibida por Sunak cuando accedió al cargo en 2022 le ha impedido remontar en las encuestas. Las políticas de austeridad de Cameron, las tensas negociaciones del Brexit, los escándalos de Johnson y el breve mandato de Truss han dejado poso en la mente de unos votantes cansados de Gobiernos conservadores. Pero sus cambios de discurso y su ambivalencia en algunos enfoques y estrategias han dañado la imagen de un hombre que, a pesar de su capacidad discursiva y su habilidad política, ha tenido dificultades para defender sus decisiones. La convocatoria anticipada de elecciones fue su última gran apuesta arriesgada, pero a diferencia de en las anteriores ocasiones, esta vez le ha salido cruz.

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