Elecciones generales

Las acusaciones de purga interna sacuden al Partido Laborista en el inicio de la campaña en el Reino Unido

Las críticas del sector más izquierdista de la formación han ido en aumento en las últimas horas después de que salieran a la luz las supuestas intenciones, por parte de la dirección, de bloquear la candidatura de la veterana diputada Diane Abbott

El líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer.

El líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer. / EFE

Lucas Font

El Partido Laborista se ha encontrado con su primer contratiempo en los primeros días de campaña para las elecciones generales en el Reino Unido, previstas para el próximo 4 de julio. Las críticas del sector más izquierdista de la formación han ido en aumento en las últimas horas después de que salieran a la luz las supuestas intenciones, por parte de la dirección, de bloquear la candidatura de la veterana diputada Diane Abbott, la primera mujer negra en conseguir un escaño en la Cámara de los Comunes y miembro del Parlamento desde hace 37 años. Unos rumores que ha desmentido el líder laborista, Keir Starmer, pero que han destapado una brecha interna que sigue abierta en el partido.

Abbott ha ocupado el escaño por la circunscripción de Hackney North & Stoke Newington, en el este de Londres, desde 1987. Un escaño considerado “seguro” para los laboristas –ganaron con un 70% de los votos en 2019– y muy codiciado por la dirección del partido, interesada en colocar a sus colaboradores más cercanos en las circunscripciones con más apoyo al laborismo. Starmer ha aprovechado todas las ocasiones posibles para recordar que el Partido Laborista ha cambiado y ha tratado de desvincularse una y otra vez de la anterior dirección, encabezada por el malogrado Jeremy Corbyn y en la que Abbott tuvo un papel destacado como portavoz de Interior.

Suspensión temporal

La veterana diputada fue suspendida temporalmente como miembro del grupo parlamentario laborista tras publicar una carta en la revista ‘The Observer’, en abril de 2023, en la que aseguró que las comunidades judía, irlandesa y gitana no sufren racismo, sino que son víctimas de prejuicios. “En el apogeo de la esclavitud, no había blancos maniatados en los barcos negreros”, aseguró entonces. Las palabras de Abbott fueron calificadas como antisemitas y llevaron a Starmer a apartarla del partido, en una muestra más del giro al centro moderado de la dirección y de su defensa de la comunidad judía en el Reino Unido. La formación ha levantado la suspensión esta semana, pero su candidatura a la reelección ha permanecido en entredicho.

Abbott ha insistido en su intención de continuar en el cargo “el máximo tiempo posible” y ha cargado contra la dirección del partido por llevar a cabo un “criba de izquierdistas”, después de que otros dos candidatos cercanos a Corbyn hayan sido apartados en las últimas horas. La dirección ha suspendido al diputado Lloyd Russell-Moyle tras recibir una “denuncia grave” contra él –unas acusaciones que él niega–, mientras que la candidatura de Faiza Shaheen ha sido bloqueada tras conocerse que apoyó comentarios en las redes sociales críticos con Israel. Shaheen ha acusado a la formación de tener “una arraigada cultura de intimidación”, así como “un problema palpable con la gente negra y mestiza”. El conflicto entre Israel y Hamás en Gaza ha agravado las tensiones internas en los últimos meses.

Acusaciones de purga

La dirección del partido niega que se esté produciendo una purga y asegura que todos los candidatos a las elecciones tienen que someterse a las normas de comportamiento más estrictas. Pero estas decisiones coinciden con el nombramiento de personas cercanas a Starmer como candidatos en circunscripciones seguras para los laboristas, entre ellos el director del instituto de investigación Labour Together, Josh Simmons, o el secretario de Labour First, una de las facciones moderadas del partido, Luke Akehurst.

En el caso de Abbott, tanto el líder laborista como su número dos, Angela Rayner, han insistido en que la veterana diputada podrá presentarse de nuevo a las elecciones si ese es su deseo. “Si Diane quisiera volver a presentarse, no veo ninguna razón por la que no pueda. La investigación ha concluido y se confirma que ahora está de vuelta en el grupo parlamentario laborista”, ha asegurado Rayner en una entrevista al diario 'The Guardian', en la que ha negado que sólo los candidatos del sector izquierdista se hayan visto afectados por las decisiones de la dirección. “No creo que Keir [Starmer] esté actuando de forma sectaria. Existen facciones en el laborismo, pero el partido sólo tendrá éxito si somos una comunidad amplia”.

Las últimas encuestas mantienen la ventaja del Partido Laborista por encima de los 20 puntos sobre el Partido Conservador, pero las buenas perspectivas electorales no han evitado unas fricciones internas que están ocupando titulares y ensombreciendo la campaña a pocas semanas de los comicios.