Los alimentos cuestan un 17,3% más en Castellón pese a la bajada de impuestos

La cesta de la compra en Castellón se asemeja cada vez más a un globo. Se infla y se infla y no hay manera de que baje de tamaño. El Gobierno trató en enero de pincharlo con una baja del IVA de los alimentos, aunque los efectos siguen sin notarse. Todo lo contrario. Llenar la nevera cuesta ahora en la provincia un 17,3% más que hace un año y en febrero el precio de la cerne, la leche, el pan o los huevos volvió a subir otro 2,2%, convirtiendo en un espejismo la ligerísima disminución (-0,1%) registrada en el primer mes del año.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado que febrero acabó en Castellón con un aumento del 6,6% en el Índice de Precios al Consumo (IPC) en relación a hace doce meses, dos décimas por encima del dato de enero, que fue del 6,4%. La cifra muestra que la inflación, que tantos disgustos está causando en el bolsillo de las familias, vuelve a acelerar y lo hace después de la pequeña tregua de los últimos meses del 2022. En términos mensuales, los precios subieron en febrero un 1,3%.

El peso del ascenso de los precios lo asumen fundamentalmente los alimentos, ya que, por ejemplo agua, electricidad, gas y otros combustibles son ahora un 9,2% más baratos que hace un año pese al repunte del 3,8% experimentado en febrero. El vestido y el calzado también han aumentado (un 6,7% en un año), como también lo han hecho los hoteles y restaurantes (8,5%), aunque nada es comparable con el subidón que han experimentado los alimentos. 

Frutas y hortalizas

En Castellón la cesta de la compra subió otro 2,2% durante el mes de febrero (en el conjunto de la Comunitat Valenciana el alza fue del 2,1%) y los mayores incrementos se dieron en las legumbres y hortalizas (9,7%) y las frutas (8,2%). El coste del aceite subió un 2% durante el segundo mes del año, el mismo porcentaje que los cereales. 

Los alimentos siguen por las nubes y, si se comparan las cifras de ahora con las registradas en el mismo mes del 2022, las diferencias resultan abismales. En un año el azúcar ha aumentado un 46 %; la leche lo ha hecho un 33,8 % y el subidón del aceite es del 33,3 % . 

Pese a que entrar en cualquier supermercado y llenar el carro con productos básicos es más caro que nunca, el ministro de Agricultura, Luis Planas, sigue pidiendo confianza en las medidas del Gobierno. «Los factores que impiden que el precio de los alimentos bajen no están vinculados a la guerra de Ucrania sino a las condiciones climáticas. De ello deriva una situación de incremento de precios porque en enero hemos tenido una menor producción hortofrutícola y de legumbres al aire libre como consecuencia del frío», dijo al tiempo que mostró su optimismo en que la perspectiva de la disminución de costes vinculados a la producción de alimentos «se haga real antes que después» y refleje un descenso en el precio al consumidor.

Las familias, en cambio, ven las cosas de distinta manera. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) calificó el nuevo incremento de «duro golpe» para la economía doméstica y cuantificó el sobrecoste de la cesta de la compra en 924 euros al año. La OCU reclamó al Gobierno aumentar de manera «urgente y sustancial» el cheque de 200 euros, así como los beneficiarios. En la Comunitat, el Consell prepara un bono de 30 euros mensuales para familias con rentas bajas. 

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